La Basura en Números
Hoy, la basura en sus distintas formas es parte clave de nuestra vida diaria. Nosotros la generamos, la tiramos, vemos cómo contamina nuestro ambiente y nosotros mismos sufrimos las consecuencias de esta. Pero rara vez nos detenemos a pensar en la magnitud del problema. A continuación, presentamos algunos datos.
En el 2016, el mundo generó cerca de 2.5 billones de toneladas de residuos sólidos urbanos (basura de hogares y comercios). Eso equivale a 740 gramos cada día por cada hombre, mujer y niño en la Tierra. Si se repartiera uniformemente, se podría cubrir Inglaterra con un colchón de diez centímetros de basura.
Conforme las personas se enriquecen, estas consumen y desechan más. Las economías avanzadas forman el 6% de la población mundial, pero producen el 34% de la basura. Desafortunadamente, el mundo en vías de desarrollo se está poniendo al corriente más rápido de lo esperado. Con la tendencia actual, el Banco Mundial proyecta que, para mitad de siglo, los europeos y norteamericanos producirán un 25% más basura que la que producen el día de hoy. En el mismo periodo, el volumen aumentará en 50% en el este asiático, se duplicará en el sur de Asia y se triplicará en África subsahariana (ver mapa). El total global anual alcanzará las 4 billones de toneladas.
No olvidemos el problema más grande de manejo de residuos: 40 billones de toneladas de dióxido de carbono se liberan a nuestra atmósfera cada año, que, aunque invisible, es sumamente peligroso. Los gases de efecto invernadero de la industria del manejo de residuos, principalmente emitidos por una cacofonía de reacciones químicas en los vertederos, son responsables del 8-10% de todas las emisiones causantes del calentamiento global. En el mundo desarrollado, solo la mitad de los residuos municipales son recolectados. En países de bajos ingresos, hasta el 90% de los residuos pueden terminar en vertederos, agravando aún más el problema.
Actualmente, el 37% de los residuos sólidos se envían a rellenos sanitarios oficiales y el 33% termina en vertederos abiertos e insalubres alrededor del mundo. La basura que se envía a vertederos es suficiente para llenar el famoso Estadio de Wembley en Londres once mil veces, cada año. Aproximadamente el 11% de la basura es incinerada y otra parte se composta. Dos tercios de las latas de aluminio se reciclan hoy en día en América, pero solamente el 10% del plástico. Tomando en cuenta todos los materiales, solamente el 13% de los residuos sólidos urbanos son reciclados globalmente.
Cuando termina en los océanos, la basura puede regresar a causar estragos en tierra. En agosto de 2018 el mar Arábigo arrastró 12,000 toneladas de desechos y basura a las costas de Mumbai en dos días, cantidad suficiente para llenar 75 barcos de pesca grandes. Los pescadores del mar Arábigo informan que atrapan cuatro veces más plástico que peces en sus redes. El “gran parche de basura del Pacífico”, un giro oceánico del tamaño de Alaska al norte del océano Pacífico, con corrientes que llevan restos flotantes, contiene cerca de 10,000 toneladas de desechos plásticos. Existen otros cinco giros como este que también están acumulando basura en otros océanos.
En el 2016, consultores de McKinsey calcularon que la quema al aire libre o la descarga de una tonelada de basura en vías fluviales le cuesta a las economías del sur de Asia $375 en costos de contaminación y enfermedades, contra $50-$100 requeridos para un sistema básico para disponer de forma apropiada esa misma tonelada.
La mejor solución es mejorar la recolección de basura en Asia. Solamente diez países, ocho de ellos asiáticos, vierten dos tercios de toda la basura plástica del mar que se origina en tierra. El 90% de los objetos desechados en vías fluviales vienen de diez ríos, dos en África y el resto en Asia. Alrededor de 1.5 millones de toneladas de plástico fluyen por el río Yangtsé en China cada año, comparado con 18 toneladas que fluyen por el Támesis.
Aunque los desechos en los océanos ha sido una preocupación que ha ganado interés recientemente, otros tipos de contaminación superan su cuota en los mares. El fertilizante que es arrastrado por la lluvia hasta las vías fluviales provoca daños con valor de $200 hasta $800 billones por año, comparado con $13 billones de los daños provocados por los desechos plásticos que llegan al mar.
Alrededor de la mitad de todos los contenedores transpacíficos con destino al oeste utilizados solían cargar basura para reciclar. Debido a la prohibición de importación de basura que impusieron varios países del sudeste asiático, las empresas de transporte, las cuales compensaban sus estrechos márgenes de ganancia con el volumen, están en riesgo de perder este negocio. Drewry, una empresa de consultoría de transporte, estima que la prohibición pondrá en riesgo a alrededor de cinco millones de contenedores que cada año navegan al oeste a través del Pacífico.
Las 45 millones de toneladas de refrigeradores descompuestos, radios, smartphones y similares que son desechados anualmente alrededor del mundo contienen oro, plata y otros materiales valiosos que equivalen a $55 billones. De acuerdo con una investigación, a las recicladoras chinas de aparatos electrónicos les cuesta $2,000 extraer un kilo de oro de sets de televisión antiguos; cuando extraer la misma cantidad de las minas cuesta alrededor de $40,000.
Entre 2009 y 2016, el número de plantas de biogás en Europa aumentó de 6,000 a 17,700, es decir, se inauguraron en promedio cuatro plantas por día. Sin embargo, estas producen solamente el 2% de toda la energía de la EU. Afortunadamente, parece que este porcentaje aumentará ya que más y más gobiernos están tomando acción para combatir el desperdicio de alimentos y fomentar los programas de energías renovables.
El año pasado, el Panel Internacional para la Gestión Sostenible de los Recursos, un organismo científico independiente bajo los auspicios del Programa de medio ambiente de las Naciones Unidas sugirió que un uso más consciente de los recursos podría agregar $2,000 billones (equivalente al PIB de Italia) a la economía global para el año 2050. Limitar el desperdicio de alimentos solamente podría contribuir $250 billones por año para el 2030. Un análisis llevado a cabo por Circle Economy, una firma consultora, encontró que apenas el 9% de las 84 billones de toneladas de materiales consumidos cada año por la economía global (incluyendo biomasa, arena, metales y combustibles fósiles) son reutilizados.
El medioambiente se vería beneficiado con menos minas, más árboles y una menor necesidad de vertederos. Reciclar aluminio ahorra el 95% de energía comparado con la fundición para obtenerlo desde cero. De forma similar, los ahorros son del 88% para el plástico, 60% para el acero y el papel y 38% para el vidrio. De acuerdo con Sitra, un fondo de innovación del estado finlandés, aumentar las tasas de reciclaje de aluminio, acero y plástico en un 50%, reduciría en un tercio las emisiones industriales europeas, que son responsables por 1/10 del total de emisiones del continente.
“Producir, usar y tirar” debe ahora cambiar a “reducir, reusar y reciclar”
WOIMA Corporation es una empresa finlandesa proveedora de los mejores productos, proyectos y servicios de transformación de residuos a nivel mundial. Hemos desarrollado soluciones que nos permiten a nosotros y a nuestros clientes, transformar y reciclar virtualmente cualquier tipo de residuos en materia prima y energía. En WOIMA combinamos los conocimientos en ingeniería de manejo de residuos con la experiencia en diseño de generación de energía. Estas soluciones apoyan la ideología de la economía circular y son aplicadas en el país todos los días, asegurando que menos del 1% de los desechos generados en Finlandia terminen en vertederos.
Nuestra misión es la de mejorar la calidad de vida tanto local como globalmente, así como también impulsar a las personas a utilizar los desechos como recursos. Nuestras décadas de experiencia en administración de proyectos internacionales aseguran la entrega de una solución WOIMA en tiempo, dentro de presupuesto y de la más alta calidad.
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